Una de las preguntas más frecuentes en estos días en la consulta de un cirujano plástico es: ¿Me puedo operar en verano?
Mi respuesta es siempre la misma: Si, con matices.
Entre los matices esta diferenciar aquellas cirugías que son urgentes, por problema oncológico y las que no. Las primeras han de realizarse siempre independientemente de la época del año. En las segundas me gusta diferenciar entre las cirugías menores y las cirugías mayores.
Cirugías menores:
Siempre les explicamos a los pacientes que si optan por operarse en verano, deben evitar sumergir la zona intervenida durante, al menos, 2 semanas. En lo que se refiere a la exposición solar, durante las semanas que permanecen los puntos, quedamos cubiertas las heridas y tras la retirada de los puntos, aconsejamos cubrir adecuadamente las cicatrices o aplicar cremas de protección solar con color de alta protección FPS 50+. El filtro ha de aplicarse en toda la región y no solo la cicatriz; es bastante frecuente el error de aplicarlo solo en la cicatriz ocasionando una mancha blanca alrededor de la misma. Un vez aplicada la protección solar y renovándola cada 2-3 horas sin que sea recomendado la exposición directa, sí que podremos bañarnos o pasear con seguridad.
Cirugías mayores:
En este tipo de cirugías el tiempo que debe pasar sin que sumerjamos la zona intervenida puede ser hasta de 3 semanas, ya que no es infrecuente presentar alguna pequeña costra en la cicatriz hasta ese periodo de tiempo. Referir también que no es recomendable mantener la zona húmeda para evitar retrasar cicatricacion.
Son más frecuentes las zonas de equimosis (popularmente se emplea el término hematoma), y en estas zonas la acción del sol directa puede conllevar a hiperpigmentaciones, por lo que es necesario la aplicación de protección solar o protección física (apósitos o parches, prendas de vestir) hasta la desaparición de la misma.
Por último, algunas cirugías necesitan llevar algún tipo de prenda de presoterapia o faja de compresión. Este tipo de cirugías son, sin lugar a dudas, las que hay que pensar mejor si merece la pena intervenirse en verano. Es frecuente la utilización de este tipo de prenda durante 4-6 semanas, y en función de nuestra actividad laboral y social puede hacerse muy incómodo, sobre todo para las personas que trabajen al aire libre.
Así pues bajo mi criterio existe una serie de intervenciones que si bien pueden realizarse en verano, sí que hay que concienciarse de estar bien pertrechado, y ser muy consciente de que nuestra actividad durante la convalecencia puede verse mermada sensiblemente durante la época estival. Se incluirían la abdominoplastia, la liposucción, el lifting facial (aunque no requiere faja son frecuentes las zona de equimosis) y la ginecomastia en la que explico explícitamente lo expuesto anteriormente.
Para el resto de cirugías mayores a parte de lo que ya conocemos, además de las recomendaciones ya comentadas anteriormente, (de no sumergir la zona en 2 semanas, protección solar de la cicatriz y de hematomas), damos alguna pincelada adicional:
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- Mamoplastia de aumento: quedaría prohibido hacer toples ese verano siendo lo más aconsejado la utilización de apósitos de silicona. Las mismas recomendaciones se aplican para la cirugía de reducción mamaria/mastopexia.
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- Rinoplastia: si bien a la cicatriz es mínima son frecuentes los hematomas, por lo que hay que recordar aplicar protección en los mismos.
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- Blefaroplastia: habitualmente el proceso de cicatricación termina a la semana, pero, como son frecuentes los hematomas, se recomienda utilizar gafas de sol y sombrero/pamela o gorra. La aplicación de filtros solares tópicos puede ocasionar irritación ocular, y su recomendación ya sería atendiendo a cada caso particular.
- Otoplastia: en esta intervención no suelo aconsejar protección solar salvo alguna excepción. Ocasionalmente aparece un leve hematoma en la mejilla que deberemos tener en consideración.
Dicho lo cual, a muchos pacientes les parece, el verano, el mejor momento para intervenirse ya que disponen de días de vacaciones, no es necesario una baja laboral, es fácil conseguir el cuidado de otro familiar y a la vuelta del verano el cambio del paciente pueda ser menos perceptible.
Sabiendo claramente las limitaciones a las que nos veremos sometidos, es posible intervenirse en verano.
Sin más, os deseo a todos un feliz verano.
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