Técnica quirúrgica consistente en recolocar y mejorar la forma de las mamas caídas y flácidas, con o sin prótesis, cuando las mamas además de caerse han perdido su volumen.
La colocación del pecho en su lugar de origen, rejuveneciéndolo y recuperando su forma anterior. Las principales causas son envejecimiento, embarazos, variaciones de peso, o la misma lactancia con la que se pierde elasticidad y firmeza de la mama.
Oscila entre 2 y 3 horas, aunque puede variar según la complejidad de la intervención.
Se lleva a cabo generalmente mediante anestesia general. Es necesaria la hospitalización, aunque el paciente puede recibir el alta en el mismo día o 24/48 horas después de la intervención.
Después de la intervención es de 4-6.
Satisfactorios, consiguiendo unas mamas proporcionadas al cuerpo, con unas cicatrices que se intenta sean las mínimas y además serán tapadas por la ropa interior no siendo apreciables con cualquier escote.
Variable en torno a las 2 semanas, recomendando no realizar grandes esfuerzos los 4 o 5 primeros días.
La Mastopexia o elevación de la mama con prótesis, es una técnica quirúrgica que sirve para elevar y mejorar la forma de las mamas caídas y flácidas mediante una prótesis cuando además de caerse han perdido su volumen.
Esto se produce con el envejecimiento, embarazos, lactancia y hace que la piel del seno pierda su elasticidad y por tanto su forma tendiendo a caer. Este fenómeno se conoce como “Ptosis mamaria”. Es una técnica muy utilizada para el rejuvenecimiento del pecho.
Principalmente la candidata ideal para este tipo de intervenciones son mujeres que poseen mamas flácidas con poco volumen. Suelen ser mujeres que después de un embarazo o una lactancia se han quedado con un pecho vacío o han sufrido una caída de este, para así recuperar la forma pasada.
Esta técnica consiste en retirar la piel que sobra de la mama y recolocar el pezón y la areola en una zona más alta reforzando el pecho. Las suturas se colocan en torno a la areola, en una línea vertical hacia abajo desde la areola y a lo largo del surco de debajo de la mama. En ocasiones, cuando la mama es pequeña y no está muy caída, la incisión se produce solo alrededor de la areola. Es en este caso cuando se coloca la prótesis debajo del tejido mamario o debajo del músculo pectoral. Posteriormente se colocará un vendaje o un sujetador especial.
Para la mastopexia suele utilizarse anestesia general, donde el paciente quedará completamente dormido durante la operación no percibiendo así ningún dolor ni teniendo recuerdos de la intervención. En alguna ocasión puede utilizarse anestesia local más sedación.
La anestesia general se realiza mediante inducción intravenosa y mantenimiento inhalatorio.
La duración de esta técnica oscila entre las 2 y 4 horas, pudiendo variar dependiendo de la complejidad de la intervención.
Si la cirugía se acompaña de otro procedimiento o intervención, el tiempo puede aumentar.
Parte del éxito de la cirugía se encuentra en el cuidado postoperatorio. Es imprescindible seguir todas las indicaciones del cirujano. Después de la intervención es normal que la paciente se encuentre algo cansada.
Durante las primeras semanas sentirá algunas molestias que serán tratadas mediante analgésicos e irán remitiendo con el tiempo. Además, puede surgir una perdida temporal de la sensibilidad en el pezón y la areola, que también ira recuperando poco a poco. Además, las mamas no tienen una recuperación simultánea, pudiendo tener un mejor aspecto que la otra, que con el paso del tiempo se igualarán.
Normalmente a las 24 o 48 horas de la intervención la paciente recibe el alta y puede comenzar a hacer vida normal, aunque se recomienda no realizar grandes esfuerzos durante la primera semana. Deberá seguir una serie de revisiones durante los meses posteriores. Se recomienda que el paciente se realice masajes de forma rotatoria, comprimiendo y hundiendo levemente. También que guarde reposo durante las primeras 48 horas, limitar las actividades tanto deportivas como de otro tipo, evitar levantar los brazos, no tomar el sol los 2 meses posteriores a la cirugía y dormir boca arriba.
Los resultados obtenidos por nuestros pacientes son muy satisfactorios, consiguiéndose unas mamas proporcionales al cuerpo, con unas cicatrices mínimas tapadas por cualquier tipo de escote.
Este tipo de operación deja unas cicatrices permanentes, aunque con el paso del tiempo se irán notando cada vez menos.
Los efectos de estas intervenciones no son permanentes, depende mucho del cuidado de la persona, así como de futuros embarazos, variaciones en el peso, etc. Es recomendable para obtener unos resultados adecuados realizar una serie de ejercicios para reducir alteraciones posteriores a la cirugía.
Una vez pasado el primer mes la paciente podrá ver su figura más estilizada y armoniosa.
Los riesgos asociados a la mastopexia con prótesis de mamas no son frecuentes, aunque como cualquier tipo de intervención pueden existir complicaciones.
En este caso, para la mastopexia uno de los riesgos que se pueden producir es problema en la cicatrización. Otros riesgos asociados son:
No hay ninguna evidencia de que las prótesis produzcan cáncer de mama u otro tipo de enfermedades. El llevar una prótesis mamaria no impide realización de mamografías, así como tampoco influye en la lactancia materna.
La vuelta a la normalidad está en torno a 48- 72 horas. Es recomendable durante este tiempo y hasta transcurrida unas 3-4 semanas que la paciente no realice grandes esfuerzos, así como limitarse con el ejercicio físico hasta una completa recuperación. Trascurrido este tiempo la paciente podrá hacer una vida normalizada.
Cuando pensaba como contestar a esta pregunta pensaba en mis compañeras: la Dra. López, una cirujana valiente y capaz afrontar los problemas quirúrgicos más complejos; la Dra. Rubio, quizás la persona más inteligente con la que haya trabajado; o la Dra. Gómez, que suma además un tesón y resilencia increíbles.
Todas ellas formadas en hospitales públicos, bajo el estricto programa de aprendizaje MIR avalado por el Ministerio de Sanidad, cuya nota de corte es de las más altas. La dificultad es comparable a las oposiciones a judicatura, inspección de hacienda, fiscal o notaria, al cuerpo diplomático,…
Todas pertenecen a la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, trabajando en algunos de los hospitales más punteros de España: Hospital La Paz y Hospital Puerta del Hierro.
Por si fuera poco, por encima de todo lo anterior, destacan por su calidez humana, su compañerismo y sus deseos de ayuda al prójimo, atributos primordiales para poder proporcionar una atención integral al paciente.
Comencé a interesarme por esta intervención tras comprobar el importante volumen de pacientes con esta patología y la gran satisfacción que provocaba entre las pacientes los resultados.
Pacientes que no desean intervenirse por motivos estéticos, sino por querer que el pecho no sea un hándicap en su vida. Cuantas más pacientes operábamos, más pacientes acudían a consulta, fuimos variando las distintas técnicas descritas adaptándolas para alcanzar los mejores resultados.
Operamos a mujeres jóvenes, que luego nos recomendaban a sus madres, es muy curioso, pero si siempre operamos a la hija y luego a la madre. A mujeres pertenecientes a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, que no podía llevar el chaleco abrochado, a profesoras, monitoras de gimnasio, varias juezas,… todas con el mismo problema que les afectaba de forma diferente en su día a día.
Durante las primeras semanas la sensibilidad se verá reducida, pero esto irá remitiendo poco a poco y recuperando una sensibilidad normal.
Existen evidencias clínicas, que confirman que no hay influencia en portar una prótesis mamaria con la aparición de un cáncer de mama.
Una mujer portadora de una prótesis puede dar de mamar al bebé, ya que la lactancia no se ve afectada por la prótesis.
Los resultados de la elevación de mama no son permanentes, aunque sí duraderos. Dependerá del cuidado del paciente en este sentido, de embarazos, variaciones de peso, etc.
Siempre hay cicatrices después de este tipo de intervenciones, pero si las cicatrices son cuidadas adecuadamente, con el paso del tiempo se apreciarán menos.
Ser portadora de una prótesis no influye tampoco en el ejercicio físico. Tan solo se recomienda que no se haga ningún tipo de ejercicio extra durante los dos primeros meses. Transcurrido este tiempo, la paciente podrá realizar cualquier práctica.
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