El lifting facial es una técnica quirúrgica consistente en reposicionar los volúmenes faciales y mejorar así los signos más evidentes de la edad.
Mejorar los signos más evidentes de la edad, sin modificar las facciones faciales.
Oscila entre las 3 y 4 horas.
Se lleva a cabo generalmente mediante anestesia general. Es necesaria la hospitalización durante 24 horas después de la intervención.
No es doloroso, el malestar es de 2-3 sobre 10.
No cambiamos tu cara, solo rejuvenece. A partir de las 2 semanas se puede realizar vida normal sin esfuerzos.
A partir de la semana las molestias son mínimas. Sin embargo, la inflamación es variable, siendo a partir de las 2 semanas cuando la apariencia de la cara comienza a normalizarse.
El lifting facial es la intervención en la que se reposicionan los volúmenes que tras el paso del tiempo han caído, adquiriendo la cara un aspecto flácido. La reposición de esto volumen provoca un remanente cutáneo que es resecado.
Por lo tanto, el lifting no consiste en estirar la piel, sino en reposicionar los volúmenes.
El paciente ideal esta entre la 5º y 6º década en los que se aprecia una flacidez marcada de la cara.
La intervención se realiza mediante que queda oculta por los márgenes del nacimiento piloso a nivel temporal y caudalmente con el contorno auricular. Se realiza un despegamiento cutáneo a nivel preauricular para una vez expuesto la fascia superficial denominada SMAS reposicionar los volúmenes caídos. Habitualmente realizamos suturas para plegar el SMAS a su posición original.
Una vez posicionado los tejido profundos se procede a ajusta el remanente cutáneo que se producido tras la reposición de los tejido profundos.
El tipo de anestesia es siempre general con inducción intravenosa y mantenimiento inhalatorio.
La duración de la intervención varía entre las 3 y 5 horas en función de si se realizan procedimientos añadidos como la blefaroplastia (muy común), lipoinfiltración grasa u otras.
El postoperatorio se puede definir como poco doloroso; sin embargo es bastante aparatoso. La cara permanecerá muy inflamada durante las primeras semanas. No son infrecuentes los hematomas. Habitualmente recomendamos evitar el contacto social durante 9-14 días. Pasados estos días la mayor parte de la inflamación ha disminuido.
Ninguna intervención está exenta de riesgos. Dicho esto, cabe resaltar que las complicaciones no son frecuentes, siempre y cuando, se realicen por un cirujano plástico cualificado, en un centro adecuado.
Las complicaciones más frecuentes son el sangrado y la infección. Para evitar ambas se realiza una hemostasia cuidadosa y se suministras antibióticos de forma profiláctica. Otras complicaciones que pueden aparecer son las derivadas a una cicatrización anómala, con un ensanchamiento, o sobre elevación de la misma. Puede existir una intolerancia a los puntos que conlleve la apertura de una parte de la herida.
La parálisis facial es una complicación infrecuente, habitual si se produce es temporal y recuperándose en la gran mayoría de los casso bien hay que decir que se puede reducir el riesgo de complicaciones realizando la técnica de manera rigurosa y siguiendo las indicaciones ofrecidas por su cirujano. El tabaco también aquí juega en nuestra contra siendo recomendable dejar de fumar al menos 2 semanas antes de la intervención.
Los resultados obtenidos son satisfactorios. Siempre es necesario un correcto asesoramiento de los pacientes para controlar las expectativas. He visto paciente operados por otros compañeros correctamente que se quejaban por un resultado insatisfactorio. Simplemente no fueron bien manejadas las expectativas.
El lifting facial debe realizarse en un quirófano y nunca en una consulta, por seguridad del paciente.
Muchas veces se combinan técnicas como la blefaroplastia, la liposucción del cuello ya que son complementarias para un rejuvenecimiento completo de la cara.. La valoración estará en manos del cirujano de si es necesario o conveniente realizar la intervención por separado o combinada.
Si. Es muy recomendable abandonar el consumo del tabaco o una reducción del mismo semanas antes de la intervención, ya que esto influye de forma positiva en la vascularización de los tejidos y ayuda a una mejor cicatrización. Sobre todo es de especial importancia si se combina con otra técnica como la liposucción.
La vuelta a la normalidad se produce a partir de la 2-3 semanas dependiendo de la inflamación y los hematomas que se hayan producido.
Cuando pensaba como contestar a esta pregunta pensaba en mis compañeras: la Dra. López, una cirujana valiente y capaz afrontar los problemas quirúrgicos más complejos; la Dra. Rubio, quizás la persona más inteligente con la que haya trabajado; o la Dra. Gómez, que suma además un tesón y resilencia increíbles.
Todas ellas formadas en hospitales públicos, bajo el estricto programa de aprendizaje MIR avalado por el Ministerio de Sanidad, cuya nota de corte es de las más altas. La dificultad es comparable a las oposiciones a judicatura, inspección de hacienda, fiscal o notaria, al cuerpo diplomático,…
Todas pertenecen a la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, trabajando en algunos de los hospitales más punteros de España: Hospital La Paz y Hospital Puerta del Hierro.
Por si fuera poco, por encima de todo lo anterior, destacan por su calidez humana, su compañerismo y sus deseos de ayuda al prójimo, atributos primordiales para poder proporcionar una atención integral al paciente.
Comencé a interesarme por esta intervención tras comprobar el importante volumen de pacientes con esta patología y la gran satisfacción que provocaba entre las pacientes los resultados.
Pacientes que no desean intervenirse por motivos estéticos, sino por querer que el pecho no sea un hándicap en su vida. Cuantas más pacientes operábamos, más pacientes acudían a consulta, fuimos variando las distintas técnicas descritas adaptándolas para alcanzar los mejores resultados.
Operamos a mujeres jóvenes, que luego nos recomendaban a sus madres, es muy curioso, pero si siempre operamos a la hija y luego a la madre. A mujeres pertenecientes a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, que no podía llevar el chaleco abrochado, a profesoras, monitoras de gimnasio, varias juezas,… todas con el mismo problema que les afectaba de forma diferente en su día a día.
Cirujano Plástico y Estético Especialista en Reducción de Pecho
El Dr. Marco Amaya aporta a sus pacientes un punto de vista objetivo sobre la realidad sus problemas, contextualizandolos de manera individualizada. Ha sido elegido como el cirujano mejor valorado de Madrid y el 2º mejor valorado de España. Formado en la Universidad de Extremadura completo sus estudios en la Universidad de Sevilla. Licenciado en Medicina es especialista vía MIR en Cirugía Plástica Estética y Reparadora, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora SECPRE. Con experiencia internacional el Dr. Marco Amaya es experto en cirugía mamaria con especial interés en la cirugía de reducción mamaria, cirugía facial y corporal. Destaca por su afabilidad y su carácter empático.
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